Vientos
Ir, por el viento
azotado en la tormenta
Arrastrado,
más allá de todo límite
Murmullos
Murmullos azotados en esta corriente que a la tormenta me arrastra
Hasta el milagro ilimitado del hallazgo
El encuentro
Con el fluente murmullo del destino
Ahí
Se murmuran, a sí mismos
los vientos
Los vientos,
desde el ojo del huracán, murmurados
liberados,
al murmullo indómito de la tempestad
lloviéndose, a cántaros, en el temporal
Los vientos,
sellando el sino del silencio
el viento, desde el ojo del huracán,
murmurado
Ir, por el viento
azotado en la tormenta
Arrastrado,
más allá de todo límite
Murmullos
Murmullos azotados en esta corriente que a la tormenta me arrastra
Hasta el milagro ilimitado del hallazgo
El encuentro
Con el fluente murmullo del destino
Ahí
Se murmuran, a sí mismos
los vientos
Los vientos,
desde el ojo del huracán, murmurados
liberados,
al murmullo indómito de la tempestad
lloviéndose, a cántaros, en el temporal
Los vientos,
sellando el sino del silencio
el viento, desde el ojo del huracán,
murmurado
Desvanecido Desvelo
En el delirio
Habitar
Más allá del ojo negro, de sus pestañas de cristal
que los huesos trituran
desvelarnos
En las antípodas
Habitar
Más allá del alquitrán y su respiro, que los contornos dibujan
sobrevolar
En la fragancia del estío
En el perfil del recuerdo
En el giro abrupto de las siluetas
De las velas al viento
De las hormigas
De la ciudad diluida en su fermento
Desvanecer…
Desvanecernos