jueves, 2 de septiembre de 2010

Las Pupilas del Asfalto

Hola a todos. Aquí les dejo con uno de mis poemas favoritos, bastante nuevo por lo demas, lo habré escrito hace un par de semanas solamente...

Un par de aclaraciones "linguístico-culturales":

- Limarí: Pisco (o sea destilado de uva de entre 33 y 50 grados aprox.) de muy mala calidad, tipico de estudiantes.

- Tomar Once: Refrigerio intermedio entre el almuerzo y la cena, por lo general a las seis.

-Palta: Aguacate, avocado.




Las Pupilas del Asfalto

¿Cuantos centenares de botellas?
¿Mil, cien mil?
¿Cuántas esquinas inundadas de etílico griterío?


Conoció muy bien el cielo nocturno de Santiago nuestro deambular
Nuestro caminar pendejo de botella de Limarí en la mano, de voces acuosas tejiendo a gritos el canto que sanaría nuestras yagas supurantes de mundo


Permanecen aún nuestras sombras
Refugiadas en el reflejo oscuro de la cuneta

Se escabullen nuestras voces de antaño,
Por la grieta de una esquina rota


Nuestra cerveza mañanera
Nuestro conato de vómito
Todos nuestros rostros olvidados

Todos aquellos amores muertos al nacer…

Respiran todos la letanía de su historia

Respiran todos, a través de los poros de cemento de la ciudad


Nuestras siluetas recortadas contra la luz trémula de la botillería


Nuestra carrera desbocada Sin estribos A cuestas del desenfreno


No hay descanso para los desterrados de la mesa
Para los que olvidamos el desayuno y la once
Incluso el sabor de la palta


Me recuerdo buscando nuestro reflejo en la vereda
Meando y tomando a la vez
Enterrado entre los arbustos al amanecer

Nosotros

Viviendo el tiempo sin tiempo de la noche


No hay pasado presente ni futuro
Para quienes olvidamos el silencio en las pupilas

Las pupilas del asfalto
La oscuridad