viernes, 22 de abril de 2011

Sitios eriazos y bailes



Sitio Eriazo




Una pandereta infinita cerca un sitio eriazo
Ahí, la ya amarillenta maleza sigue creciendo
Cubriendo la tierra reseca
Sobre la que oscura pende
La sombra de una copa de agua gigante

Y a los pies de las estatuas de un otro jardín
Un manto de hojas secas de otoño lo cubre todo
Ahí, no llega aún la brisa fresca de la primavera
Ni osa ahí pie humano,
hollar la inmaculada naturaleza del olvido

Ni se humillan tampoco
Ni el bronce ni el mármol
Al roce indigno de la maleza,
de las espigas amarillas de los terrenos baldíos de la ciudad

Y el viento
La etérea caricia de lo desconocido
El transparente transcurrir de las corrientes oscuras
Mece las espigas y se estrella contra el cemento infinito de las copas de agua
Mece las hojas marrones de esto otro jardín y se bate violento contra el bronce
Contra el mármol frío y blanco de un pasado
Que proyecta siempre su sombra inescrutable
Sobre la tierra baldía, los jardines perdidos
Y los marjales de brea que brotan
En cada una de las esquinas de la ciudad





Bailar

“La vida es un gran baile
Y el mundo es su salón…”
-Café Tacuba


Un rostro
Un rostro desconocido
Un desconocido rostro teñido de añil

Una cintura
Una desconocida cintura
Una desconocida y sucinta cintura de mujer

El sueño
El sueño de los años
El sueño de no ver pasar los años

Desconocidos pasos
Desconocidos pasos, resonando
Suscitando el desliz de todo tiempo, el baile


La cumbia desesperada termina siempre en un vals triste

Un rostro
Una cintura
Un sueño teñido de añil
El lento baile de los años
Los pasos deslizados en la pista
La pista, la vida

Un rostro
Una cintura
Y dos manos enlazadas queriendo suspender el tiempo,
abolir las agujas del reloj

Un paisaje
Un paisaje infinito a sus espaldas
Un paisaje hecho sueño
Un sueño hecho años
Los años nacidos de su danza,
y la falsa alegría de la cumbia
Vuelta en el tiempo una más sincera tristeza de vals,
de tecla de piano resonando en la inmensidad

Se parte con un rostro desconocido
Con una sucinta cintura
Un desbocado baile fuera del tiempo

Se parte siempre con pasos que suscitan el futuro
Con un futuro que desbarata todo presente
Un presente que ignora todo pasado

Se parte siempre con dos manos desconocidas
Se parte siempre de la alegría de la cumbia
Pero se llega siempre a la irremediable verdad de su tristeza
al disiparse del encanto
la irrupción de lo real
El inevitable girar, de las agujas del tiempo