martes, 19 de febrero de 2013

Acerca de la inmaterial ciudad de la emoción

Hace ya harto tiempo trabajo en un poemario titulado "La inmaterial ciudad de la emoción"... varias entradas anteriores corresponderán algún día (no muy lejano en realidad... creo) a ella, acá les dejo otros dos poemas que le pertenecen.



Atravesaré algún día la ciudad


hablará algún día mi voz sobre los colores,

así como alguna vez,

jugaran los niños con el sol entre las manos



atravesaré algún día la ciudad

asi como alguna vez,

arara el viento mis recuerdos



y no habrán ojos

refugiándose en las rendijas

ni suspiros

apilándose en las cunetas



atravesaré algún día la ciudad

así como se desperdiga la luz,

en los meandros del tiempo.

Y mis pasos serán una vez más

lenguaje de mundo,

palabra nacida en la carne



Soy la voz

Grietas, humedad

huellas en los muros



llenarse de arena las manos

de imágenes los ojos



soy la nostalgia de tu piel

me dice al oído el cemento,

el incesante sonar de la ciudad...



Grietas, polvo

arañas en los rincones



Perder por el sendero los relojes

en sus ajugas el recuerdo



Soy la voz de lo perdido

me dice al oído la noche

el hambriento rugir de la ciudad



Grietas, suciedad

cartones contra la acera



Lacerar la herida en el silencio

y el vacío en el olvido



Soy la memoria de tu piel

la ciudad que te supura por los poros,

me dice al oído el enemigo,

la fuerza de gravedad de mi pasado,

el vientre de acero,

la electricidad que carcome mis arterias





Vuelo, semillas

sonidos en el aire



Hundir en la tierra las manos

en la brisa la sonrisa



Y escuchar la caricia del viento

abrazar el árbol y sus raíces de cristal



Soy la voz del tiempo

esa de los engranajes liberado

me susurra el viento en el oído





Soy la voz de los ancestros

la rueda infinita y circular

serpiente que se muerde la cola

me susurra el mar en la vigilia



Soy la voz

el corazón que vive

dentro al cemento en la inmaterial ciudad de la emoción,

el latido de tu vida que palpita y que te lleva

más allá del dolor grabado en la humedad

de la grieta que se clava como raíz en la amargura



Soy el viento que obliga al cambio,

a las mas viejas dunas del desierto

la fuerza que arrastra consigo y que ordena

todas las formas de la arena



Soy la voz:

el recuerdo y los ancestros

soy la voz:

la paz de un nuevo mundo,

ma susurra en la vigilia,

cuando pasa por mi ciudad, el viento en el oído