Se deshacen las secas hojas en la nuda
arena
un nombre sin dueño, es arrojado a
gritos en la oscuridad
¿Es que lo oyes acaso?
Es contigo con quien habla, el viento
frío de la noche
¿Dónde haz dejado tus ojos?
No es prudente esperar con tanto ahínco
el despertar,
no serás borrado por el tiempo junto a
tus pisadas,
ni serás secado por el sol junto a tus
lágrimas
Se deshacen las secas hojas en la nuda
arena
un significado sin palabras, es para
siempre pronunciado en el olvido
¿Es que lo oyes acaso?
Es contigo con quien habla, el viento
frío de la noche
¿Dónde haz dejado tus ojos?
A pesar de las miradas sin sombras
de las palabras liberándonos del mundo
es contigo con quien habla,
no es prudente recordar con tanto
ahínco lo que amamos
no han sido vistas de nuevo por aquí,
las viejas insidias del pasado
Se deshacen las secas hojas en la nuda
arena
traga el tiempo el peso profundo de tus
pisadas
no entenderás nunca el secreto que te
grita la noche en el olvido...
ya no puedes ni tan siquiera oir, el
insistente susurro que te dice...
ha llegado ya...
el momento de partir.
Era
Era un vestigio
el sabor del silencio en el desierto
era un testigo
el tacto de la luna en la sombra
era un grano de arena,
una nota muda,
perdida en la noche
era el olvido
devorando la luz de la luna
era una luna
arrojado por el olvido en la orilla
era una orilla
obligada a vivir en el recuerdo
era un grano de arena
que encerraba en su forma
infinita,
la melodía que une todas
las mareas
el viento que corta todos
los silencios
el paso del tiempo que
vuelve mera huella en el desierto
todos los colores
todos los matices del
cielo en el ocaso